Desafíos
Tanto las temperaturas muy altas como las muy bajas plantean grandes retos a los componentes de máquinas y sistemas. Cuando se procesan o transportan materiales calientes, como el betún líquido, las máquinas están expuestas a temperaturas extremas durante un largo período de tiempo.
Los sistemas que se utilizan, por ejemplo, en la industria alimentaria para procesos de congelación rápida o almacenamiento en frío están expuestos a temperaturas extremadamente bajas. En condiciones desérticas, las temperaturas bajas y altas se alternan y los aparatos de conmutación y sensores deben cumplir ambos requisitos. Muchas aplicaciones industriales también se encuentran en atmósferas potencialmente explosivas.
steute como experto
El ámbito de las bajas y altas temperaturas se ha convertido en una de las principales competencias de steute. Los conocimientos técnicos, la ejecución de numerosos proyectos en diferentes zonas climáticas y décadas de experiencia en la producción de aparatos de conmutación y sensores fiables nos han convertido en un auténtico especialista en temperaturas extremas.
En nuestra cartera de productos encontrará una gran variedad de aparatos de conmutación y sensores resistentes a la temperatura, a prueba de explosiones y extremadamente robustos, aptos para una amplia gama de temperaturas bajas y altas.
Para temperaturas bajas de hasta -60 °C
Protegidos contra las explosiones, robustos y resistentes a bajas temperaturas: El uso a temperaturas muy bajas de hasta -60 °C demanda medidas constructivas especiales. Los interruptores de posición Ex, los aparatos de mando Ex y los sensores magnéticos Ex de steute se han desarrollado específicamente para estos requisitos. Estas series se utilizan, entre otros lugares, en la técnica marítima.
En aplicaciones exteriores, como las válvulas utilizadas en gasoductos o oleoductos de regiones extremadamente frías, pueden alcanzarse temperaturas de hasta -40 °C. Aquí se utilizan los interruptores de posición y los interruptores magnéticos aptos para bajas temperaturas de steute. Entre otros, el sensor magnético RC M20 se utiliza en almacenes de congelación. Para estas aplicaciones se dispone de una amplia gama de productos aptos para bajas temperaturas. Muchas series también están disponibles en versiones a prueba de explosiones.
Altas temperaturas de hasta 180 °C
En numerosas aplicaciones industriales, como la transformación del vidrio o la producción de acero, predominan temperaturas extremadamente altas. Los aparatos de conmutación utilizados en este entorno deben ser especialmente robustos y termorresistentes. Desarrollamos y fabricamos versiones de productos especiales para este fin, algunos de los cuales pueden utilizarse hasta a 180 °C. En la fabricación de estufas de pellets, por ejemplo, se utilizan interruptores de posición termorresistentes de la serie ES 41 de steute.
Aptitud para los trópicos
Los aparatos de conmutación y sensores con «aptitud tropical», que deben soportar grandes cambios de temperatura entre el día y la noche, en combinación con una elevada humedad, constituyen un reto especial. En el caso de los aparatos de conmutación convencionales, este criterio es rápidamente discriminatorio, pero no en el caso de algunos productos steute: por ejemplo, los interruptores de emergencia accionados por cable de la serie ZS 92 KST. Gracias a una técnica de obturación especial, están protegidos de forma escrupulosa y permanente contra la penetración de la humedad.
Pruebas en condiciones de laboratorio
Para garantizar la fiabilidad a temperaturas extremas, los aparatos de conmutación de steute se prueban en la cámara climática propia de la empresa. Se alcanzan tanto temperaturas bajas, de hasta -60 °C, como altas, de hasta +200 °C.
Para comprobar además la resistencia al envejecimiento de los productos protegidos contra la explosión, se almacenan en la cámara climática durante un total de cuatro semanas. Durante este periodo, los aparatos de conmutación y sensores respectivos envejecen unos 10 años. Posteriormente, se comprueba la resistencia mecánica de los componentes industriales mediante una prueba de impacto. Para ello, se utiliza una masa de prueba de acero templado que cae desde una altura definida con 7 J sobre el producto. Por último, se comprueba la protección IP.
